-Mis anhelos (no sé el motivo de por qué lo escribo en plural)
- Mi muerte
-Mi lengua
-Mi fe
De mis anhelos no me ofrezcan más de dos bofetadas, dispuesto estoy a donarlos pero no hay institución que los reciba; son sables sin filo, no son estupendos y son los rasguños de los versos. Quizás un bohemio los adquiera, son precisos para un loco y un individuo dormido. Ya ofrezcan amigos.
Parecía que no había interés, al fondo la hormiga levanta la mano y ofrece una bofetada, en fin ella ya tiene carga y entiendo que mis anhelos son sólo cargas de hormigas, al agua le temen, pues el agua limpia y sin necesidad de jabón.
A mi muerte la fatalidad la compró, sin descripción, sin precio; y es escaza de valor pues acaso en la putrefacción de lo que soy, mi cuerpo inerte valga algo. Son melosos ideales los que piden que a la fatalidad se le regale mi muerte, sin bofetadas, sin reencarnaciones; sólo mi peste, sólo el aroma de los cabellos rojos y los labios de una ramera.
Mi lengua, a esa la regalo, no la merece ni siquiera el enemigo del hombre, quizás un moralista la necesite para demostrar lo privilegiado que es, pues tiene dos lenguas. No necesito hablar del “pecado”, a mí que corten la lengua, te invito a que la cortes y quizás podamos platicar.
Mi fe ha muerto, pues que no es más fácil morir cuando no se tiene fe de lo que ni fue ni será. Es mejor bailar en un carnaval, sin lengua, sin muerte, sin anhelos. Pero es que yo no estoy ni para mí.
La venganza de mis palabras espera lentamente y sin preocupación, para aniquilarte, sin piedad, sin un poco de bondad. Soy noble. Soy nihilista. Soy un enemigo de mí. Soy tu enemigo. Soy y no soy. Soy sin lógica. Soy sin ti. Soy y acaso no soy. Pero lo único que no soy es mi yo. Y no sé por qué lo escribí y ni por qué lo lees tú.
Soy mi fe.
Soy mi moral.
Soy mi ideal.
Soy mi fracaso.
Soy mi amor.
Soy mi muerte.
Ahí no soy.
Principio de toda autonomía:
Soy mi moral.
Soy mi ideal.
Soy mi fracaso.
Soy mi amor.
Soy mi muerte.
Ahí no soy.
Principio de toda autonomía:
Soy en tanto que soy sin necesidad del soy impuesto y soy sin duda lo que creo que no soy, pues ahí soy con la necesidad de “SER”.